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Como leer la Biblia con sentido: Un curso de estudio bíblico inductivo e independiente #4

Como leer la Biblia con sentido: Un curso de estudio bíblico inductivo e independiente #4

Lección 4 — ¿Qué significa ser cristiano?

Verdad central. El discipulado cristiano tiene un alto precio que incluye renuncia, amor y compromiso por parte de quienes deciden seguir a Jesucristo.

Objetivos. Al finalizar este estudio el participante estará en capacidad de:

1. Describir las exigencias que Cristo hace a todo aquel que quiera ser su discípulo.

2. Valorar el precio de ser cristiano.

3. Describir a un discípulo de Jesucristo.




Bosquejo del estudio: ¿Qué significa ser cristiano? Lucas 14:25-35

1. Ser cristiano significa amar a Cristo más que a cualquier otra persona, vv. 25, 26.

1.1. Amar a Cristo más que a cualquier otra persona, v. 25, 26.

1.2. Amar a Cristo más que a uno mismo, v. 26.

2. Ser cristiano significa asumir el compromiso de seguir a Cristo, vv. 27-32.

2.1. Descripción del compromiso: Un cristiano verdadero renuncia a vivir para si mismo y asume el compromiso de vivir para Cristo, v. 27.

2.2. Ilustración del compromiso: Es necesario calcular el costo antes de tomar la decisión de seguir a Cristo, vv. 28-32.

3. Ser cristiano significa apreciar a Cristo más que a mis posesiones, vv. 33-35.

3.1. Una descripción: Un cristiano verdadero debe considerar más importante su relación con Jesucristo que apegarse a las cosas que posee, v. 33.

3.2. Una ilustración: La prueba del carácter de una persona se evidencia por la manera como vive en la comunidad, vv. 34, 35.



Lección 4: ¿Qué significa ser cristiano?
Lucas 14:25-35

Verdad central. El discipulado cristiano tiene un alto precio que incluye renuncia, amor y compromiso por parte de quienes deciden seguir a Jesucristo.

Análisis y comentarios

Para muchas personas ser cristiano es una forma más de ser religioso. Para otros, el cristianismo es una especie de movimiento o partido en el cual pueden "meterse" o "salirse", según les vaya bien o mal. Hay en estos días tantos conceptos y versiones acerca del cristianismo, que es necesario explicar lo que significa verdaderamente ser cristiano. Cristo experimentó también la necesidad de aclarar a la gente de su tiempo cuál era el verdadero significado de ser cristiano. Una de las explicaciones más claras y directas se encuentra narrada en el Evangelio según San Lucas (Luc. 14:25-35).

Jesús estaba en camino hacia Jerusalén, lo que podría considerarse como el clímax o itinerario final de su ministerio terrenal. Mucha gente lo acompañaba, v. 1. Estas personas que seguían a Jesús seguramente tenían variadas razones para hacerlo. Algunas, tal vez, lo hacían porque querían que Jesús les alimentara, como ocurrió en más de una ocasión (Luc. 9:10-17). A otros les parecía interesante lo que Jesús enseñaba y por eso lo seguían. Otros, tal vez, querían ser sanados por Jesús o liberados de alguna enfermedad o de algún maleficio espiritual (Luc. 8:26-56). Posiblemente otros lo seguían porque consideraban que Cristo representaba sus esperanzas de ser liberados del yugo romano (Juan 6:15). Estas y posiblemente muchas otras razones motivaron a la multitud a seguir a Jesús. Por eso, Cristo se dirigió a la muchedumbre y les aclaró cuáles eran las verdaderas características o exigencias para todo el que quisiera llamarse su discípulo.

1. Ser cristiano significa amar a Cristo más que a cualquier otra persona, vv. 25, 26.

1.1. Amar a Cristo más que a cualquier otra persona, v. 26. Cristo declara que una evidencia del verdadero cristianismo es amarlo a él más que a cualquier otra persona. Jesús utiliza una figura del idioma, cuando dice: Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre... y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo... La expresión aborrecer, que utiliza Cristo, no se emplea aquí en el sentido literal de odiar. La figura idiomática se debe entender más bien en el sentido de que el amor a Cristo ha de ser tan grande que el afecto a cualquier otra persona (padre, madre, hermanos y aun uno mismo) debe quedar en un segundo plano. Es como pensar que el resplandor del amor a Jesús hace palidecer cualquier otra relación afectiva. Entonces, esto significa que si yo quiero ser un discípulo de Cristo debo pagar el precio de amarlo por sobre cualquier otra persona. El es más importante que cualquier otra persona.

1.2. Amar a Cristo más que a uno mismo, v. 26. Cristo exige que lo amemos a él más que a cualquier otra persona; pero aun va más allá y exige que lo amemos más que a nosotros mismos. Si una persona no está dispuesta a mostrar este amor a Jesús no puede ser su discípulo. Esto fue, precisamente lo que Cristo mismo declaró: Si alguno viene a mi y no aborrece ... aun su propia vida, no puede ser mi discípulo, v. 26.

¿Cómo podemos mostrar que amamos a Jesús? Él mismo lo expresó en una ocasión con claridad cuando dijo: Si me amáis, guardad mis mandamientos (Juan 14:15). El término guardar significa obedecer, de manera que la forma de demostrar que amamos a Jesús es obedeciendo lo que él ha mandado (comp. Mat. 28:19). Estos mandatos se encuentran expresados en la Biblia, de modo que estamos en lo cierto cuando afirmamos que la Biblia es nuestra regla de fe y práctica. Muchas personas están dispuestas a llamarse cristianas, pero no están muy dispuestas a obedecer lo que Cristo manda en la Biblia. Hay muchos que aparentan estar siguiendo a Jesús, pero no son verdaderamente sus discípulos, pues no quieren obedecerlo. No se puede considerar cristiano quien proceda de esta forma.

2. Ser cristiano significa asumir el compromiso de seguir a Cristo, vv. 27-32.

2.1. Descripción del compromiso: Un cristiano verdadero renuncia a vivir para si mismo y asume el compromiso de vivir para Cristo, v. 27.
Jesús usa un lenguaje figurado para explicar la actitud responsable que el creyente debe asumir ante Su señorío. La frase tomar la cruz se refiere a dos conceptos: el de negarse a sí mismo y el de asumir una responsabilidad. Los romanos obligaban al reo de muerte a cargar con la cruz (un palo transversal) y marchar por la ciudad para que todos supieran que tal persona había sido sentenciada a muerte. En cierta manera, con este paseo al patíbulo, el reo asumía su responsabilidad en el crimen del cual se le acusaba.

Jesús declara que la persona que decide ser su discípulo debe cargar con su propia cruz y seguir en pos de él, es decir, debe negarse a sí mismo tanto como asumir el compromiso de obedecerlo incondicionalmente. Esta responsabilidad incluye su decisión de renovar permanentemente su vida. Antes de ser cristiana, la persona no se da cuenta de la magnitud de sus pecados; piensa que siempre hay alguien peor que él que sí merece la justicia divina, pero él mismo no se da cuenta de su propia maldad. Sin embargo, cuando se encuentra con el mensaje revelador del evangelio, es como si una luz alumbrara la oscuridad de su vida y comienza a ver actitudes y conductas que debe cambiar si realmente va a ser un discípulo de Jesucristo. Conductas como la de mentir, robar, vengarse, guardar rencor, usar palabras ofensivas, responder el mal con mal, codiciar lo que no se tiene, etc. comienzan a ser vistas en una dimensión diferente, ya no como un mal necesario, sino como acciones que definitivamente ofenden a Dios y deben ser desechadas.

2.2. Ilustración del compromiso: Es necesario calcular el costo antes de tomar la decisión de seguir a Cristo, vv. 28-32. Jesús sabe que seguirlo a él tiene un alto precio. En realidad no es fácil ser cristiano si no se comprende lo que esto significa. Por esta razón, toda persona que quiera ser discípulo de Jesús, debe tener en cuenta las exigencias que Cristo mismo plantea, a fin de que tome una decisión responsable. Si una persona (usted, por ejemplo) asume ligeramente el compromiso de seguir a Jesús, sin considerar sus implicaciones, no será nada extraño si abandona la "vida cristiana" tan pronto sea presionado por algunos los conflictos derivados de esta decisión. Esto lo ilustra Jesús con dos parábolas. La primera presenta la frustración de un hombre que comienza a construir un edificio, pero no puede terminarlo por cuanto no ha calculado bien los costos de tal construcción. El resultado es que los demás comienzan a hacer burla de él. La segunda parábola es similar a la primera. En ella Cristo presenta un rey que va a pelear con un batallón de diez mil hombres contra otro que tiene veinte mil hombres. Sería una locura semejante batalla, por lo cual era necesario que se hicieran arreglos para evitar una desgracia innecesaria. El mensaje de ambas parábolas es el mismo: es necesario calcular bien las implicaciones que tiene tomar una decisión. Al aplicar este principio a lo que Cristo está enseñando, concluimos que toda persona que quiera ser un discípulo de Jesús debe estar consciente de las implicaciones de esta decisión y dispuesto a pagar el precio del discipulado.

3. Ser cristiano significa apreciar a Cristo más que a mis posesiones, vv. 33-35.

3.1. Una descripción: Un cristiano verdadero debe considerar más importante su relación con Jesucristo que apegarse a las cosas que posee, v. 33. Los seres humanos, por regla general, valoramos las cosas que poseemos, especialmente cuando éstas nos han costado mucho. Un buen trabajo, una casa, una familia, ahorros en el banco, un vehículo, etc. son ejemplos de elementos muy valorados por el hombre. Tal valoración es muy natural ya que forma parte de nuestro instinto de conservación. La fidelidad a Cristo está por encima de cualquier valor material. Si bien es cierto que todos valoramos lo que poseemos, también es cierto que Cristo demanda a todo aquel que quiera seguirlo que esté dispuesto a renunciar (colocar en segundo plano) a todo lo que posee por amor y fidelidad a él. Esta renuncia significa que ningún bien material de este mundo puede tener más valor para un cristiano que Cristo mismo y su relación con él. El verdadero discípulo es aquel que se desprende de esa fuerte atracción que ejercen los bienes materiales sobre la vida. Y no le importa sacrificar ninguno de esos bienes, si estos se interponen en su fidelidad a Jesús.

3.2. Una ilustración: La prueba del carácter de una persona se evidencia por la manera como vive en la comunidad, vv. 34, 35. Jesús termina esta enseñanza ilustrando la falacia de creerse un discípulo de Cristo y al mismo tiempo no estar dispuesto a pagar el precio que esto exige. Para esto usa la ilustración de la sal. La sal tiene la función esencial de sazonar, debido a su sabor particular. Pero si pierde esta cualidad no puede cumplir su función y entonces pierde su razón de ser. Del mismo modo, un discípulo que no está dispuesto a aceptar las exigencias que Jesús le hace de modo que se manifiesten en su estilo de vida, no puede ser llamado discípulo, porque no puede cumplir la función requerida de un auténtico seguidor de Jesucristo.

Se puede concluir, entonces, que ser cristiano significa:

1. Amar a Cristo más que a cualquier otra persona.

2. Asumir el compromiso de seguir a Cristo incondicionalmente.

3. Apreciar a Cristo más que a mis posesiones.

Todos los verdaderos discípulos de Jesús están comprometidos a seguir en este camino. No es algo que se logra de la noche a la mañana, ni es fácil de vivir, pero es el mejor de todos los caminos y el único que conduce a la vida eterna. ¿Está usted dispuesto a tomar la decisión de ser un verdadero discípulo de Jesucristo? Vale la pena hacerlo.

 




Resumen de la lección 4

¿Qué significa ser cristiano? (Lucas 14:25-35)

El discipulado cristiano tiene un alto precio que incluye renuncia, amor y compromiso por parte de quienes deciden seguir a Jesucristo.

Muchas personas tienen diversas ideas acerca de lo que significa ser cristiano. Posiblemente usted también ha tenido su criterio personal con respecto a este tema. El cristianismo tiene a la vez una oferta y una demanda.

El estudio de hoy presenta lo que el mismo Cristo dijo acerca de lo que significa ser cristiano; sin duda, le ayudará mucho a establecer un concepto más claro y real sobre este asunto.

El siguiente resumen le ayudará a recordar las enseñanzas de este estudio. Podrá repasarlo en su casa y así mantener fresco este conocimiento. No olvide asistir al siguiente estudio, el cual le será de mucha ayuda en su búsqueda espiritual.

1. Es necesario identificar con precisión lo que significa ser cristiano debido a los múltiples conceptos que existen en relación con este tema.

2. Ser cristiano significa amar a Cristo más que a cualquier otra persona, es decir, ningún afecto puede ser mayor que el amor a Jesús. El amor a Jesús se evidencia en la obediencia a sus mandatos.

3. Ser cristiano significa asumir responsablemente el compromiso de seguir a Jesucristo. Esto significa renunciar a vivir para uno mismo y vivir para Cristo. Por tanto, antes de tomar la decisión de seguir a Cristo debemos calcular bien el costo de esta decisión.

4. Ser cristiano significa apreciar a Cristo más que a mis posesiones, es decir, mi relación con Cristo es más importante que cualquier otra relación. Esta valoración se evidencia en la decisión de renunciar (colocar en segundo plano) a las cosas materiales que estorban esta fidelidad y en el estilo de vida en la comunidad.